En su regreso triunfal al Barcelona Open, Rafael Nadal aseguró una victoria convincente sobre Flavio Cobolli en la primera ronda, marcando su primer partido desde enero. La leyenda del tenis de 37 años, quien estuvo fuera de juego debido a otro contratiempo en su cadera a principios de este año en Brisbane, exhibió su destreza en las pistas de arcilla, una superficie donde una vez reinó supremo, al obtener una victoria por 6-2, 6-3 sobre el italiano de 21 años.
Recibido con un aplauso ensordecedor al pisar la cancha que lleva su nombre, Nadal exhibió una combinación de precisión y poder, a pesar de algunos errores tempranos con su derecha. Cobolli, visiblemente nervioso, luchó por encontrar su ritmo, sucumbiendo a numerosos errores no forzados bajo la presión implacable del experimentado español. Aunque Nadal enfrentó un breve contratiempo, cediendo un juego de saque en el segundo set, rápidamente recuperó el control, capitalizando las vulnerabilidades de su oponente.
Con golpes característicos de derecha que recuerdan sus días de gloria, Nadal selló la victoria con un golpe decisivo, cuando el último revés de Cobolli encontró la red, desatando un puño en alto del ex número uno del mundo.
Reflexionando sobre su regreso al tenis competitivo, Nadal expresó gratitud por la oportunidad de volver a la gira. A pesar de los desafíos planteados por su edad avanzada y lesiones persistentes, encuentra consuelo y alegría en poder competir y conectar con otros jugadores. Sin embargo, el camino por delante promete desafíos más difíciles, con un enfrentamiento contra el formidable cuarto sembrado, Alex de Minaur, en el horizonte.
Mientras tanto, el segundo sembrado Andrey Rublev tuvo una salida frustrante, culminando en una exhibición de destrucción de raqueta después de su derrota ante Brandon Nakashima. La derrota amplía las recientes dificultades de Rublev, destacando la naturaleza impredecible del deporte.