Una empleada que acusó al director del equipo Red Bull, Christian Horner, de comportamiento inapropiado se dice que ha interpuesto una apelación contra la decisión de la investigación sobre las acusaciones, que desestimó la queja. Su decisión de no abandonar el asunto volverá a poner en el centro de atención a Red Bull y a Horner. Horner siempre ha negado cualquier mal actuar, pero la apelación contra los hallazgos de la investigación reavivará la controversia que ha dominado la Fórmula 1 durante más de seis semanas.
La empleada, que no fue nombrada, hizo las acusaciones contra Horner, las cuales han estado bajo investigación desde principios de enero y se hicieron públicas a principios de febrero. Tras una investigación independiente realizada por un abogado inglés, la empresa matriz de Red Bull Racing, que inició la investigación, desestimó la queja.
Horner trató de cerrar el caso, pero casi inmediatamente se complicó aún más cuando un correo electrónico filtrado se compartió con miembros senior del equipo, la Fórmula 1, la FIA y los medios, supuestamente conteniendo mensajes entre Horner y la demandante. El problema ha expuesto desde entonces serias divisiones dentro de Red Bull Racing y con su empresa matriz, Red Bull GmbH.
El padre de su piloto campeón mundial Max Verstappen, Jos, ha declarado dos veces que encuentra insostenible la posición de Horner, mientras que Verstappen advirtió que podría abandonar el equipo, ya que el director de motorsport de Red Bull, Helmut Marko, enfrentó una posible suspensión la semana pasada, aunque finalmente fue absuelto. Otros equipos, la Fórmula 1 y la FIA han pedido repetidamente que los resultados de la investigación se hagan públicos, pero Red Bull GmbH insiste en que esto no es posible por razones de confidencialidad, lo que ha generado preocupación entre muchos en el mundo del deporte y evita que Red Bull cierre el asunto.