Una falla técnica afectó a restaurantes hasta en Japón y Australia.
Clientes de McDonald’s reportaron ser rechazados en restaurantes de todo el mundo, incluido en el Reino Unido, después de que la cadena de comida rápida experimentara graves problemas informáticos.
Los clientes británicos se quejaron de que las sucursales estaban cerradas, aunque muchos lograron realizar pedidos a través de la aplicación de la empresa. Esto generó confusión y frustración entre los clientes que esperaban una comida rápida.
McDonald’s Japón también detuvo operaciones en la mayoría de sus 3,000 sucursales debido a un mal funcionamiento del sistema. Esto tuvo profundas implicaciones para los clientes que confiaban en la fiabilidad de la marca. En Australia, un portavoz de McDonald’s reconoció la interrupción que afectaba a sus sucursales en todo el país, lo que provocó retrasos e inconvenientes para los clientes que esperaban sus pedidos.
The New York Times informó que McDonald’s Hong Kong también luchaba con un “problema informático”. Los pedidos móviles y las quioscos de autopedido no funcionaban, lo que provocó tiempos de espera más largos y molestias para los clientes. Según su sitio web, la cadena de comida rápida opera aproximadamente 245 sucursales en el antiguo territorio británico.
Algunas de las más de 160 sucursales en Nueva Zelanda también reportaron fallos que afectaron el procesamiento de pedidos, lo que resultó en muchos clientes decepcionados que tuvieron que buscar otras opciones de comida.
En un comunicado, McDonald’s UK se disculpó con los clientes afectados, enfatizando que la empresa toma la situación en serio. Señaló: “Somos conscientes de una falla técnica que ha afectado a nuestros restaurantes. El problema ha sido resuelto en el Reino Unido e Irlanda. Agradecemos la paciencia de los clientes y pedimos disculpas por cualquier inconveniente.”
A pesar del impacto generalizado y las molestias para los clientes, McDonald’s enfatizó que el problema no fue debido a un incidente de ciberseguridad. Esto tiene como objetivo tranquilizar a los clientes que puedan tener preocupaciones sobre la seguridad de sus datos personales.