En el reino de los RPG de acción, la última creación de Team Ninja, Rise of the Ronin, emerge como una mezcla de nostalgia y ambición, similar a un álbum de “Grandes Éxitos”. A pesar de sentirse como un título de una generación de juegos anterior debido a sus deficiencias gráficas y elementos de diseño obsoletos, hay un esfuerzo loable por parte de los desarrolladores para infundir al juego con intriga y profundidad.
Ubicado en el trasfondo del período Bakumatsu de Japón, Rise of the Ronin sumerge a los jugadores en un mundo de agitación política y luchas de poder. Como un ronin sin nombre que navega a través del caos, los jugadores encuentran un rico tapiz de personajes y eventos históricos, aunque con un toque de previsibilidad para aquellos familiarizados con la historia japonesa.
La fuerza narrativa radica en sus personajes bien elaborados y escritura cautivadora. A pesar de fallos esporádicos en la ejecución, los personajes muestran profundidad y complejidad, reaccionando de forma dinámica a las elecciones y acciones del jugador. Sin embargo, a veces la inmersión se ve obstaculizada por animaciones incómodas y emociones desajustadas durante momentos críticos.
No obstante, los ganchos narrativos del juego son sólidos, manteniendo a los jugadores interesados en el drama, el humor y la tragedia que se desarrollan a lo largo de la campaña. Además, el mundo meticulosamente elaborado, aunque lleno de tareas típicas de mundo abierto, ofrece vistas impresionantes y encuentros de juego emergentes.
Al ser inevitablemente comparado con Ghost of Tsushima, Rise of the Ronin se distingue al mezclar elementos de varias franquicias, incluyendo Assassin’s Creed, Dark Souls y Far Cry. Si bien sus etapas lineales reflejan el estilo característico de Team Ninja, el mundo abierto es expansivo, abarcando tres ciudades distintas con sus propias identidades y desafíos.
Sin embargo, la dependencia del juego en la violencia como solución primaria para la mayoría de conflictos entra en conflicto con su énfasis en la elección del jugador y las consecuencias. A pesar de decisiones significativas esporádicas, la narrativa a menudo dirige a los jugadores hacia resultados inevitables, disminuyendo el impacto de sus acciones.
Un área donde Rise of the Ronin sobresale es su sistema de combate, que logra un equilibrio entre accesibilidad y profundidad. Aunque recuerda a los juegos tipo Souls, los mecanismos de combate son más accesibles, permitiendo a los jugadores cambiar fluidamente entre posturas y participar en un combate con espadas satisfactorio.
No obstante, el diseño de mundo abierto se siente anticuado, dependiendo en gran medida de tareas repetitivas y contenido secundario poco inspirado. Problemas técnicos como caídas de framerate y fallos añaden a la experiencia global, recordando más a títulos antiguos que a lanzamientos modernos.
A pesar de sus fallos, Rise of the Ronin sigue siendo una experiencia atractiva para los seguidores de trabajos anteriores de Team Ninja. Su combate envolvente, narrativa rica y mundo cautivador lo convierten en una adición valiosa al género de RPG de acción, incluso si a veces se siente como un vestigio del pasado de los videojuegos. En última instancia, aunque no esté exento de defectos, Rise of the Ronin resulta ser un viaje memorable que vale la pena emprender.